Crónicas Gimnasianas
Te invitamos a disfrutar de un buen café con estas bellas e interesantes crónicas realizadas por estudiantes en las que narran algún aspecto o acontecimiento relacionado a sus vidas y a nuestros barrios de la localidad.
¿POR QUÉ DIBUJO?
DAILY LORENA CORONADO PINZON 11A
En el 2023 me pregunté ¿Por qué dibujo?
Han pasado 7 años desde que empecé con este pasatiempo. Para ese entonces no sabía la razón por la cual hacía esos trazos y daban forma, y siempre me pregunté ¿Por qué surge esta idea? Así que empecé a buscar cómo este gusto empezó a nacer.
Cuando estaba en quinto grado de primaria en el colegio, me tocó realizar un dibujo del animal que más me gustara, y al realizarlo los resultados me sorprendieron, pues para ese entonces, no conocía muy bien lo que era el dibujo. Al coger el lápiz de color azul claro y al ponerlo en la hoja sentí como si mi mente me dijera por dónde tenía que hacer los trazos y no dudé en nada y le hice caso, al terminarlo Los resultados tanto a mí como a la profesora nos sorprendió, ya que no eran unos dibujos como los de mis compañeros
Sería una mentira que dijera que me acuerdo qué fue lo que dijo la profesora, solo sé que después de aquel dibujo quedé intrigada por eso tan maravilloso que le llamaban dibujo; así que después de que terminaran las clases que era alrededor de las 5:00p,m me dirijo para mi casa y al llegar a ella decido investigar un poco más acerca de lo que aprendí ese día, así que tomé el computador y entré al investigador Google, y al hacerlo supe que se llamaba arte y que son muchos los tipos de arte, que no solo está el bonito, también está el abstracto, los retratos y demás. Gracias a la investigación supe que me encantaba el arte y que seguiría dibujando muchas cosas más que me gustan.
Después de 3 años surgieron deseos de dibujar cosas mitológicas, cosas que jamás el ojo humano ha visto. Esto empezó cuando estaba viendo una película... y aparecieron seres majestuosos como el centauro, la bestia de tres cabezas y muchas más. Una tarde estando en el colegio alrededor de las 2:15pm estaba estudiando en la clase de artes, y me di cuenta que esta clase me daba las herramientas necesarias para poder expresarme de otra forma diferente que no fuera de manera verbal, ya que sufrí de pánico escénico, y para hablar con las personas me costaba bastante. Mientras las clases avanzaban aprendí formas y maneras de cómo dibujar mejor y expresarme mediante los dibujos. Y eso me gustaba y a la gente le gustaba.
Quise aplicar lo aprendido dibujando en carteleras para amigos o personas que necesitaban de mi ayuda. Me gustaba escuchar como las personas se sentían, con esos sentimientos revueltos que me contaban. Así que me dije ¿por qué no dibujar como se sienten en su día a día? y así empecé a dibujar sobre las situaciones que le pasan a la gente o ideas que se les ocurrían a ellas.
Es así, encontré más razones para dibujar. Conforme iba creciendo comprendía más del dibujo, de cómo los problemas de las demás personas las podía plasmar en tan solo un dibujo, de los retos al borrar y rasgar las hojas y otras cosas más. Yo sentía, que tenía más claro lo que quería hacer de mi vida y de los sueños o metas que quería alcanzar mediante el arte, y todavía no lo comprendo todo, solo sé que es maravilloso y comparto una parte de ello en este escrito.
Lo más importante de dibujar para mí es que sé que estoy en cada trazo, en cada pincelada, y en cada color. Siento que cuando vuelvo a ver lo que dibujé, recuerdo momentos y etapas de mi vida que podría estar olvidando. Donde sé que allí quedará siempre una parte de mí. Y que, cada día es como una pincelada nueva en un dibujo llamado vida.
Cordales Sorpresas
Paula Bravo 11A
El sol brillaba en lo alto del cielo, y las calles de la ciudad zumbaban de actividad cuando llegó el momento de enfrentar uno de los temores más comunes: la cita con el dentista. Con un nudo en el estómago y una lista interminable de preocupaciones sobre el estado de mis dientes, me dirigí hacia la clínica.
La sala de espera estaba repleta, filas por doquier y la tensión en el aire era palpable. El murmullo suave de una televisión en la esquina proporcionaba una distracción momentánea para aquellos nerviosos pacientes.
Mientras esperaba mi turno, observé a las personas que compartían esta experiencia incómoda conmigo. Había niños con caras preocupadas, adultos que intentaban parecer valientes y personas mayores que se habían sometido a este proceso innumerables veces, sin embargo todos compartíamos un mismo destino.
Finalmente, mi nombre fue llamado, y me dirigí al oscuro pasillo que conducía a la habitación asignada. El ruido del equipo dental llenó el aire mientras la silla se reclinaba hacia atrás. La dentista y su asistente comenzaron a trabajar meticulosamente, como si fueran artistas esculpiendo una obra de arte en mis dientes. Las luces brillantes y el sonido inconfundible del taladro dental crearon un ambiente que, aunque familiar, siempre resultaba inquietante.
La dentista, con su mascarilla y guantes era la encargada de mi sonrisa, pero algo terrible fue descubierto. Sutilmente me explicó la mala ubicación de mis cordales; llegando así a remitirme a cirugía para la extracción de estas inmediatamente. A pesar del miedo, su experiencia y habilidad brindaban un cierto nivel de confianza, me hablaba con amabilidad, explicándome cada paso del proceso, lo que ayudaba a aliviar mis ansiedades. Primero me inyectó anestesia y sinceramente no sé si duele más el chuzón de la aguja o los demás procedimientos que no fueron neutralizados por la anestesia. A medida que continuaba, no podía evitar pensar en la increíble destreza requerida para trabajar en un espacio tan pequeño y delicado como una boca.
El tiempo parecía detenerse mientras permanecía en la silla. Cerré los ojos con fuerza implorando que esta tortura terminara pronto, y mis pensamientos vagaban hacia lugares más remotos. Recordé las advertencias de mi madre esa misma mañana sobre cepillarme bien los dientes para mi cita, sin embargo ese tormento no era una cita, era una cirugía en mi boca.
Por fin, el proceso terminó. La dentista me indicó con un gesto de satisfacción que todo estaba en su lugar. Me levanté de la silla con alivio por haber sobrevivido a esta inesperada situación pero un poco traumatizada por lo ocurrido.
Salir de la clínica se sintió como un pequeño triunfo personal. A pesar de los miedos y las preocupaciones, se había enfrentado al destripador de sonrisas y salido ilesa.
No le saque la piedra a la montaña
Danna Sánchez 11B
La comunidad de Potosí, aquel martes 21 de febrero del 2015 en la mañana despertó con malas noticias, un hábito poco usual. Se encuentran con la sorpresa de que su montaña más apreciada iba a ser derrumbada, ubicada en Ciudad Bolívar, la tercera localidad más grande de Bogotá.
La comunidad del barrio manifestó su enojo por la situación, pues la presencia de varios agentes de policías no solucionaba nada, simplemente se encontraban dotados de armas y con maneras agresivas de violencia. Debido a todo este problema, se formó “no le saque la piedra a la montaña”, una organización que agrupa diversos colectivos de la localidad 19 que ha luchado para que la minería no destruya el territorio ambiental.
Cerca de 50 jóvenes integraron una mesa ambiental que buscaba frenar la minería a cielo abierto, y por medio de acciones populares, plantones y movilizaciones de la montaña, se lograron avances en contra de la locomoción destructora de nuestra naturaleza, siendo un referente local por la defensa del ambiente y la construcción de procesos educativos para el arte y la cultura.
Con este proyecto, la comunidad logró mostrar procesos y las vivencias de la lucha de los sectores populares, por la dignidad y el medio ambiente de la ciudad, mediante manifestaciones culturalmente pacíficas. Gracias a estas protestas, pudieron fomentar y dar a conocer las problemáticas que se presentaban hace más de 50 años con las empresas mineras, al exigir que no se vulneren los derechos colectivos, problemáticas y los entornos naturales de población, además del desalojo de grupos armados en la montaña.
A pesar de no llegar a un consenso mutuo, la mesa ambiental siguió denunciando los hechos que se fueron presentando al poner en riesgo la seguridad de la comunidad del barrio Potosí y violando las medidas cautelarías, las cuales impedían la explotación de la montaña.
Después de un largo tiempo esta explotación minera fue sellada, gracias a la ayuda de una entidad en contra de la actividad minera y en defensa de la presencia del territorio, igualmente, se incluyó “el palo del ahorcado” como símbolo histórico de la comunidad, donde al parecer se estaba usando dinamita en el territorio con el fin de reactivar el abuso ambiental.
En la actualidad el proyecto “no le saque la piedra a la montaña” lastimosamente no sigue vigente, aun no se sabe la razón por la que el proyecto terminó, pero sí logró acabar gran parte del exterminio de manera violenta de estas montañas. Solo queda entender que, la naturaleza es, al igual que nosotros, un ser vivo, es ese otro complemento que nos posibilita la vida, es la madre que sostiene nuestra existencia y que está siendo destruida por la misma maldad humana.
El Bóxer
Sebastián Umbarila 11B
Hace unos años, aproximadamente en grado 6to, me encontraba yo en medio de una fiebre de emociones tras ser de los partidos más envolventes que podía tener el núcleo 4, en los torneos de inter cursos del actual año, era de esos partidos que llenaban completamente la cancha de esquina a esquina de espectadores, en medio de halagos, críticas y demás comentarios, se venía el señor partido, era nuestro equipo contra el de un curso mayor. Claro que sí, la ansiedad y los nervios por querer ganar ese partido y no sufrir una humillación a manos del rival nos invadían, aunque cabe resaltar que mi equipo compuesto por 5 jugadores incluyéndome, era de los pocos que podían ser rival digno del contrario.
Yo jugaba de una posición que era de concentración absoluta, de no tener miedo a lanzarme y caer a ese suelo de concreto para así impedir que, en medio de un golpe bien fuerte al balón dirigido a la cancha nuestra, entrara por cualquiera de los ángulos que la compone, aunque no era el único, estaba también mi compañero que estaba dispuesto en cualquier momento hacerme cambio y tomar mi posición. Los demás del equipo tenían un dominio de balón que lograba superar al del equipo rival, mi equipo estaba bien conformado, había un gran nivel para clasificar.
Era el segundo descanso, que para ese entonces era al medio día, en medio de un sol candente y ya vestidos con uniforme de medias largas y pantaloneta corta estaba el balón en el centro de la cancha, yo ocupando mi espacio atrás de todos mis demás compañeros, estaba a pocos minutos de iniciar el gran acontecimiento. La presión de los espectadores se sentía en gran cantidad y lo que hacía era aumentar más y más la ansiedad de que sonara el primer pitido.
3…2…1… y empezó el toque y toque de balón, cabe aclarar que habíamos ganado el saque, el balón en un lateral, cambio al otro, devuelta, por medio y siempre subíamos con el fin de lograr marcar lo mejor posible un gol. Tal vez ese no era mi mejor día y mi nivel para tapar no era el óptimo, a tal punto de buscar de una u otra manera que se me hiciera el cambio, en medio de varios goles anotados por el otro equipo, ya era hora de salir y dejar que mejorara la situación a favor de nosotros. Yo tenía el uniforme de mi compañero y la única forma de que él entrara era que se lo pasara, por la presión y velocidad con la que debía hacer el cambio no me permitió acordarme de que ese preciso día no llevaba puesta una pantaloneta debajo, al pitar y frenar el partido para que él entrara, sin pensar me bajé el pantalón y en medio de risas me terminé dando cuenta de que visto por todos me encontraba en bóxer, me llenaba la pena y en reacción rápida no tuve de otra que quedarme así y no hacer el cambio.
No sabia qué era más importante, el hecho de que íbamos perdiendo o el hecho que me acababa de pasar, lo que sí sé es que en medio de todo eso el partido terminó siendo un hecho que quedó marcado para muchos y para mí es algo que jamás podré olvidar.
HISTORIA DEL BARRIO POTOSI
Juan David Rodríguez Rayo 6B
En el año de 1983 mis abuelitos llegan al Barrio Potosí, porque un amigo de mi abuelito le dice que se vayan para allá ya que los lotes son baratos, el único problema es la falta de transporte. Mis abuelitos Vivian en el Barrio Santa Ana pagando arriendo, a mi abuelito le gustaba hacer el chance y como cosas de dios se lo gano y con eso fue a comprar el lote. Llegaron a Potosí en el mes de septiembre los dos con mi tía Marcela que para ese entonces tenía 5 años. Mi abuelita estaba embarazada de mi mamá.
Para esa época el trabajo comunitario era más solidario, ya que los pocos habitantes del barrio se ayudan unos con otros por las mismas necesidades. Cuando mis abuelitos llegaron los vecinos les ayudaron a armar el ranchito, mi abuelito trabajaba en el Barrio la Expensa todos los días se iba en bicicleta ya que el transporte era muy escaso.
Mi mami nació en octubre de 1983 gracias a la ayuda de una vecina que vivía como a 10 metros del ranchito. Ella me dice que la vida era un poco dura, pero más tranquila, el barrio era más sano, los vecinos eran como hermanos y estaban pendientes unos de otros.
Cuando se iban a lavar lo hacían hasta la quebrada que quedaba más allá del palo del ahorcado, llevaban para hacer el almuerzo y entre todos se ayudaban para hacer de la comunidad algo más seguro y unido. Después de unos años el agua la traían por medio de mangueras desde Quiba y tocaba madrugar mucho y estar pendiente de que no desconectaran las mangueras en la parte de arriba, el agua tocaba pagarla y esto valía como 6 pesos más o menos.
En ese momento el único colegio que existía en el barrio era el ICES-ISMEN, para ese entonces estaban dos profesores muy importantes para la comunidad que eran Evaristo Bernate y Leónidas Ospina y alrededor de ellos llegaron más maestros que fortalecieron el trabajo comunitario, todos fueron de gran ayuda, ya que ellos sabían hacer gestión y conocían de leyes ayudaron a que el barrio fuera prosperando, gracias a su colaboración e interés por el sector se fundaron los primeros jardines comunitarios, con el tiempo se abrió la Escuelita del divino niño la cual brindaba educación hasta quinto de primaria, la necesidad a priorizar era tener un colegio que permitiera la educación continua hasta el bachiller, así entonces, se dio la lucha con Evaristo y la comunidad por el Colegio CEDID todos madrugaban y se tomaban la sede de la Secretaría de Educación hasta que se logró dar inicio a la construcción y apertura de esta institución, para esos años, el colegio era administrado por curas.
En la parte de arriba del barrio Potosí se puede encontrar la Casa comunal, en ella aún se encuentra un tanque de gasolina algo histórico para el barrio llamado “El Cocinol” años atrás, los días martes llegaba el carro de la gasolina, todos tenían que madrugar a hacer fila para poder comprar su galoncito de gasolina que costaba unos $200 en muchas ocasiones se presentaban peleas porque algunas personas se colaban y esto hacia que muchas no alcanzaran a comprar para cocinar en sus casas.
Con el paso del tiempo, el barrio fue creciendo y la comunidad con él, el tema del transporte iba mejorando, pues, ya estaba la rutade transporte El Universal, Evaristo seguía en la lucha con los demás maestros y personas de la comunidad y se logró obtener el servicio de acueducto en el sector, ese fue un día de nunca olvidar porque al fin se había obtenido el servicio en las casas y así también fueron desapareciendo los ranchitos de paroy y estableciendo viviendas más concretas.
Pasados unos años también llegó la empresa de energía, este logro, al igual que los otros, se obtuvo gracias a la unión y trabajo duro de la comunidad, hubo paros y tomas a la empresa de energía, el siguiente servicio en establecerse fue el de líneas telefónicas y por último llegó el tan preciado servicio de gas natural.
Fueron épocas felices, pues al fin el barrio se estaba asentando para el futuro, sin embargo, la comunidad tuvo un duro golpe, se podría decir que el más duro que se ha dado a los habitantes y fundadores del barrio y este fue la muerte de Evaristo, él tenía grandes proyecciones para el barrio, gracias a él se dieron múltiples luchas en conjunto y el agradecimiento por tanto apoyo nunca se borrará de los corazones de quienes lo conocieron, en la actualidad el barrio ha venido cambiando y así como las necesidades cambian, todo el panorama cambia.
NUESTRA PEQUEÑA HISTORIA
Sofía López Piñeros 11A
Año 2012, llegaba al sabio caldas una nueva generación de estudiantes, unos bonitos y otros no tan bonitos, hiperactivos, felices, llorones y de todo tipo se podría encontrar, algunos soñaban con ser astronautas, otros bomberos y unos cuantos cantantes, personas pequeñitas que se convirtieron en familia al pasar de los años, unos se quedaron en el proceso, otros llegaron y se unieron, muchos se fueron y no volvieron y otros simplemente se rindieron, para aquellos niños el año 2023 se veía imposible, lejano, un sueño sin poder cumplir, pero en un abrir y cerrar de ojos era 24 de enero del 2023, llegaba una promoción con cara de niños y perdidos de la vida, era el principio de un fin para unos jóvenes que durante años se habían esforzado por llegar a este curso, y ahí comenzó la cuenta regresiva de una pequeña parte de sus historias, sueñan con entrar a una buena universidad, haber sacado un buen puntaje en el icfes o encontrar un trabajo digno, pero todos coinciden en un mismo pensamiento, disfrutar lo que queda, ya empezó el lagrimeo y la nostalgia en muchos de los jóvenes, fue una gran aventura, una montaña rusa de altibajos dónde se aprendió de todo, no solo lo académico si no en lo personal, historias que aún no han sido contadas y otras por crear.
Aunque para algunos el colegio fue una etapa boba o mala, para otros fue un lugar lleno de experiencia donde se encontró el primer amor, la primera traición, felicidad triste y miles de cosas que enseñaron a sobrevivir afuera, ahora nos dirigimos a los sabios consejeros, que en su mayoría fueron más que docentes si no padres que nos acompañaron en el proceso, unos se fueron pero marcaron su nombre en muchas de las generación, otros siguen y se sienten orgullos de lo que han construido y otros se fueron sin decir un adiós.
El proceso de un hasta luego o un posible adiós, se terminó una etapa, se cerró un ciclo, se fue la infancia, es hora de ser adultos.
"Después del colegio vamos a seguir siendo las mejores amigas", el tiempo se encargará de decir si continuará su amistad, la distancia determinará la lealtad, los encuentros, demostrar el sentimiento y la despedida formará el lamento.
Un gracias a lo aprendido, un gracias a la familia y uno por lo vivido.
Sebastián Moreno 11A
En el tranquilo barrio de Potosí, donde las casas de colores vibrantes se alineaban en calles, vivía un niño llamado Sebastián, cuya capacidad para meterse en situaciones extrañas era casi legendaria.
Todo comenzó una soleada mañana cuando Sebastián decidió explorar la habitación de su abuela. Con una linterna en una mano y una mochila llena de "herramientas de explorador" (una cuchara de madera y una lupa rota). Pero, en un giro digno de una película de comedia, tropezó con un palo de escoba y rodó escaleras abajo, haciendo temblar la casa entera.
El estruendo despertó a su abuela, quien lo encontró tirado en el suelo, rodeado de ropa vieja y cachivaches. "¡Sebastián!", exclamó con preocupación. "¿Estás bien?".
Sebastián se levantó, riendo a carcajadas, y dijo: "¡Fue una expedición emocionante, abuela!". Ambos se unieron en la risa, y su abuela decidió unirse a la "expedición", descubriendo tesoros olvidados de su juventud que se encontraban en su dichosa caja de recuerdos.
El espíritu aventurero de Sebastián no conocía límites. Un día, decidió que sería un detective privado y comenzó a investigar "casos" en el vecindario. Su primer caso fue encontrar el misterioso paradero de los zapatos desaparecidos de su primo. Después de interrogar a todos los miembros de la familia y registrar la casa en busca de pistas, descubrió que su perro había estado escondiéndolos en su camita. Sebastián se presentó triunfante ante su primo con un zapato en cada mano, como si hubiera resuelto un gran misterio.
Otra de sus ocurrencias memorables ocurrió durante el festival anual del barrio. Sebastián se disfrazó como un superhéroe casero llamado "El Capitán Acrobacia", y decidió realizar una serie de acrobacias para impresionar a sus amigos. Sin embargo, su intento de volar desde un columpio terminó con un aterrizaje forzoso en una pila de hojas secas. Aunque un poco golpeado, se levantó con una sonrisa y dijo: "¡Nada puede detener al Capitán Acrobacia!".
A medida que pasaba el tiempo, el barrio de Potosí esperaba con anticipación las nuevas ocurrencias de Sebastián, sabiendo que siempre traería risas y alegría a sus vidas. Su espíritu aventurero y su habilidad para encontrar humor en cada situación lo convirtieron en un tesoro invaluable en el barrio.
En Potosí, la risa nunca escaseaba gracias a Sebastián, el niño que hizo del barrio un lugar donde la comedia y la diversión siempre estaban a la vuelta de la esquina.
MI BARRIO POTOSI
EN LOS RELATOS DE MI MADRE Y PADRE
Paula Andrea Puerto Corredor
Ellos me cuentan cómo fue que lucharon para llegar a Bogotá con la esperanza de tener una casita, era el mayor sueño de ellos, muy jóvenes empezaron su sueño en un barrio que apenas nacía; compraron su lote y poco a poco empezaron a construir, trabajaron tanto para darle un nuevo comienzo en nuestras vidas. Empezaron a recolectar piedrita tras piedrita hasta poder construir, me comentan que en ese entonces todo el barrio le pertenecía a una familia que se encargaba de vender los lotes a las familias recién llegadas, y estas familias hacían trueques para poder comprar un lote y empezar a construir.
Y a medida que las familias compraban un lote, el barrio ya iba tomando forma, me comentan que por medio de unas mangueras traídas desde Quiba las personas iban con sus canecas a recibir el preciado líquido, y para poder cocinar vendían cocinol el cual también se hacían filas para cocinar, después con el pasar del tiempo trajeron la luz pirata de Candelaria.
Aqui podemos apreciar donde se vendía cocinol y uno de los buses de potosí …
A continuación, vemos la casa cultural y la llegada de la luz…
A continuación, vemos como recogíamos el agua por medio de filas….
Fotografías tomadas de la Casa Cultural de Potosí.
Con el pasar del tiempo mataron al presidente de la junta de acción comunal del barrio Potosí y en ese tiempo el árbol de la vida tomó por nombre el “palo del ahorcado” porque en este lugar mataban a muchas personas de la comunidad. La lucha era ardua porque se presentaban muchas tragedias, pero el trabajo de la comunidad y su solidaridad por no permitir más masacres fueron tan grandes que se prohibieron la entrada de volquetas allí, pues una muchacha murió y siguió el nombre de “no le saque la piedra a la montaña” la cual es una organización de jóvenes que luchan por la protección de estos espacios y trabajan en conjunto con la casa cultural de Potosí por la justicia y el reconocimiento como un territorio de paz y de amor y justicia.
En mi barrio hay muchas personas de varias regiones de Colombia, es maravilloso tener tantas vivencias y relatos, acontecimientos vividos por cada persona nos hace ser un territorio multicultural, y aun la lucha sigue por mejores condiciones de vida de los niños y niñas y adultos mayores y jóvenes y toda la comunidad para seguir luchando por este territorio.
Quiero relatar que hago parte de la junta de acción comunal del barrio Potosí y también hago parte de la casa cultural del barrio porque quiero seguir tejiendo cada momento de paz para mi comunidad. Mis padres son fundadores del barrio potosí hace mas de 30 años y ellos al igual que muchas personas vieron el surgimiento del barrio.
Julián Andrés Rodríguez Flórez 11B
Espera, haz silencio, siento que esto ya lo he vivido antes, pero… no sé, jaja para nada soy solo yo, recuerdo aquel día cuando mamá preparaba la cena, estaba junto a mi hermano y mi padre leyendo los periódicos de la semana - si era aquella noche negra y oscura, antes del desastre, perdón quise decir, nuestro desastre - sí, sí, pero déjame sigo contando, leíamos el periódico y en la portada aparecía el asesinato de un hombre llamado Jairo, un tipo amable y noble - sí, aquél que provocó tú tragedia, digo, nuestra tragedia- shhhhh!!
Quiero contar mi historia, Jairo era un hombre trabajador, honesto y vivía en un hogar lleno de desastres. Iniciando, su esposa le era infiel con Javier, el jardinero del barrio, su hijo consumía drogas, su padre se había suicidado la semana anterior - sí, menos mal ese viejo cacreco y degenerado nunca nos cayó bien ¿verdad? - ¡SILENCIO!, ya te dije, odio ser interrumpido, si me permites, quiero continuar, este hombre, Jairo, a pesar de vivir tantas desgracias siempre estuvo presente cuando mamá necesitaba un favor de plomería o cuando papá se complicaba con el problema de la TV, sinceramente, no sé dónde le cabía tanta nobleza - cállate imbécil, sabes que la nobleza no es eterna - ¡por Dios!, si sigues así te saco del cuarto y no te cuento más la historia - lo siento, puedes continuar, si es que puedes.
Mi madre el día de su cumpleaños en 1989 para el mes de agosto, quiso organizar una pequeña reunión en conmemoración a un año más de vida, por supuesto, yo estaba feliz de tener a don Jairo en nuestro recinto, me caía bien, o bueno, eso creo, qué más da, el hombre era amable y noble, nada de malo tenía - Jajaja qué gracioso. Y así fue, el día de su cumpleaños caía un día martes por lo que la reunión iba a ser de noche, y mi madre ya tenía todo preparado, la cara de don Jairo no se cambiaba por nada, tenía cara de ponqué como decimos de costumbre en mi casa cuando tenemos felicidad infinita, y así era la expresión de don Jairo, esa noche, bailamos, reímos, cantamos, y hasta fotos nos tomamos, en lo que para don Jairo era la noche perfecta, recalco, a pesar de tener una vida de shit, el tipo no vivía con resentimiento alguno.
La reunión de mi casa terminó a eso de las dos de la mañana, recuerdo que estaba exhausto, y un poco embriagado, don Jairo no era la excepción, bailó toda la noche con mi tía clara, ambos tiraban paso como dos profesionales, antes de irme a dormir recuerdo que mi madre le dio un pedazo de torta y dijo "tome, para su señora esposa, si así se le puede llamar" con total gratitud, don Jairo recibe el pedazo de torta y se dirige con rumbo hacia su casa, de tanto trago que le dimos a ese pobre hombre, se le olvidó que mientras bailaba se había sacado la camisa y la había tirado en la cama del perro. Mi madre, al ver que don Jairo ya se había ido a su casa, no vio más remedio que mandarme a mí para entregarle su camisa - sí, qué tonto eres, te hubieras ahorrado un gran problema, aunque no hubieras conocido este gran
personaje que tienes en frente - sí, sí, ya sé, me lo dices todo el tiempo, pero bueno.
Continúo, tenía tanto sueño que no fui capaz de gritarle a don Jairo que se detuviera, no tuve otra más que ir completamente a su casa, y cómo son las cosas, llegamos al mismo tiempo, don Jairo y yo a su casa, y en mi inocencia no sabía qué significaba ver unos calzones tanto masculinos como femeninos en el piso, pensé que la lavadora se había descompuesto y había tirado la ropa hacia todas las direcciones, en fin, no me juzguen, solo tengo 10 años. No sé por qué dentro de mí despertó un deseo de entrar más a profundidad a su casa, quería comprobar mi hipótesis sobre su lavadora, subimos las escaleras y en el cuarto se escuchaban gritos y aplausos, pensé que era otra fiesta - niño ingenuo - mira, ya me estás hartando, te doy la última oportunidad de que te calles ¿Bien? Perfecto, don Jairo abrió la puerta y para su sorpresa estaba su "esposa" en la cama con otro hombre, y él, con su pedazo de pastel en la mano, sin decir nada, bajó rápido hacia el sótano, y repito, le tenía mucho aprecio y no quería dejarlo solo en ese momento, así que bajé al sótano lo
más rápido que pude y le pregunté " don Jairo, esa era su esposa ¿verdad? Y sin piedad, me golpeó con una llave inglesa en mi pequeña y delicada cabeza, lo último que recuerdo es que duré inconsciente, no sé cuánto tiempo y fue la primera vez que escuche la voz del que es ahora mi mejor amigo.
De lo confundido que estaba no sé qué más pasó, solo que amanecí en mi casa, y en mi camisa había manchas rojas y en mi mesa de noche había una llave inglesa, no sé por qué la tenía, pero recuerdo que siempre había querido una, esta estaba igualmente manchada de rojo, pensé que esa mancha era del pastel que le habíamos dado a don Jairo, pero, qué raro, por qué comería pastel con mi camisa si para eso tengo mi boca. Ese día, anunciaron la muerte de don Jairo en el periódico, el titular decía así "muerte de tres personas, dos hombres y una mujer en extrañas circunstancias, niño herido y muchas dudas por resolver". No asimilo que este hombre ya no esté con nosotros, aún extraño las particulares visitas que nos hacía, en fin, pobre don Jairo, que su alma descanse en paz - ay pequeño chapulín, sigues sin entender la historia jajajajaja.
NO PUEDES CONTAR CON NADIE
Samuel Oidor Quintero 10A
- Iremos de visita donde los abuelos y les presentaremos a Tommy -, Pero nunca contaron la otra versión de la historia. Cerca del año 2013 a 2014 siempre tenemos la costumbre de ir de visita al campo donde los abuelos, después de fin de clases.
De por sí, nunca me ha gustado el campo, pues estoy acostumbrado a la ciudad, pero pues nunca puedo negarme contra la palabra de mi madre, el día anterior recuerdo cómo mi perro y yo jugábamos todo el tiempo, Tommy de por sí siempre ha sido mi perro favorito, lo conocí desde que éramos pequeños, es más, tengo una foto en la cual se ve la conexión que juntos teníamos.
Era el día, el frío espantoso de la madrugada congelaba hasta a mis propios huesos, mi hermano mayor se preparaba para acompañarnos a la terminal para acto seguido despedirse, estaríamos cerca de un mes y medio compartiendo con la otra familia.
De cierto modo no me podía quejar, el hecho de que mi perro estuviera a mi lado me daba más alivio, ya que pocas veces me hablo con mis primos u otra familia gracias a la bendita pena. -Ya llegamos- dijo mi madre, mientras despierto de una buena siesta que siempre tomo cuando vamos de viaje o cuando vamos en un vehículo, pero tenía cierta duda por cuánto tiempo nos tomaría pasar en el campo y, como si no fuera tanto, tenía el miedo de que Tommy se perdiera entre los grandes matorrales de allí.
Una vez llegamos, lo primero que sentí fue el molesto calor de allí que por si no fuera peor también nos seguía desde el bus o el camión, lo bueno fue que desde ese momento prefería por mucho el refrescante frío, tuvimos que caminar un poco hacia la casa de mi abuela donde nos hospedamos y en seguida mi madre empezó a platicar con la familia que también hablaba de lo “grande” que era, algo muy normal cuando llegábamos de visita.
Recuerdo que por mucho tiempo me juntaba con la única prima con la que me llevaba bien, casi todo tiempo jugábamos con Tommy aunque hubiese veces en las que se pasara con mi perro, pero no le daba tanta importancia, recuerdo también cuando un día nos metimos al cuarto de mi prima mayor a robarle unas manillas que brillaban en la oscuridad, pero luego nos descubrieron, lo único en lo que pensaba era en que mi mamá no me regañara ni mucho menos me pegara, aun así salió culpable mi prima porque me había “influido” la idea, cuando se me había ocurrido a mí (era apenas un niño).
Pero bueno, recuerdo que también hicieron un asado de cerdo al cual vi como lo desollaban, pero mi tío decía - igual teníamos que comérnoslo, además sabrá rico -, un gran error, ya que al día siguiente a todos los de la familia les dio un dolor estomacal que se veía un poco doloroso, gracias al destino ese día me quedé dormido y me salvé de ese dolor espantoso.
Y por fin el día había llegado, nos íbamos de allí, pero rapidito, estaba tan alegre de poder volver a mi propia cama y a mi agradable casa, de mis hermanos no era tanto que los extrañaba, tan solo un poco, nos íbamos despidiendo de toda la familia tíos, primos, abuelos y hasta de mi papá que vive en el lugar, pero pues no todo puede salir bien en esta vida.
Apenas me subí al camión me pregunté - ¿Dónde está Tommy? -, mi madre no dijo ni una sola palabra, como cualquier niño con afecto hacia su mascota me preocupé al máximo, tanto así que ya quería bajarme por mi propia cuenta a buscarlo, pero como era de esperar, mi madre no me dejó ni pensarlo, yo me encontraba en la parte de atrás donde casualmente había ventanas, pero lo que vi me partió el alma.
Vi como mi perro venía corriendo desde muy lejos y justo el camión arrancó, mi mamá me sostenía mientras decía - tus tíos lo traen cuando vuelvan -, algo que obviamente no iba a pasar, mientras tanto veía como se alejaba mi perro lentamente, una lágrima recorrió todo mi rostro en menos de un segundo, sentí cómo me arrancaban una parte de lo que era mi vida, de mi felicidad, cuando me di cuenta… ya no pude lograr ver a mi Tommy, algo que hasta el día de hoy me sigue doliendo.
Me costó bastante perdonar a mi madre, cada vez que lo intentaba me acordaba de cada detalle de ese día, de ese específico momento. Ya habían pasado cerca de 3 años y por fin tendría la oportunidad de poder volverlo a ver a mi perrito, todo marchaba bien, esta vez fuimos con mi hermana (obligada), pero ya había llegado el momento, los dos estábamos en el mismo cuarto, frente a frente Tommy y yo nos veíamos otra vez, pero creo que la suerte no es lo mío.
El perro que pasó la mayor parte de mi infancia conmigo ya me había olvidado, ni siquiera me reconoció, solo vio a otra visita más, devastado solo esperaba al día en podernos ir, ya no quería saber nada más del asunto ni de mi propia familia. Hoy casi después de 6 o 7 años recibo una noticia para nada conmovedora, - Tommy ya no está aquí - así dijo mi abuela que por siempre me cuidó a mi mascota, ahora lo único que me queda es un horrible recuerdo con una bella foto.
CRONICA DE MI BARRIO
Jackson Stiven Valdés Rubio 11B
Era una fría y oscura mañana, se sentía hielo en mis pulmones y ardía mi nariz al respirar en ese amanecer, eran apenas las 5 a.m.
No podía dormir, no podía si quiera cerrar mis ojos, me sentía ausente y pensante de mi vida, no encontraba sentido en mi monotonía, sentía afectada mi psicología. Un vacío en mi alma y en mi mente que no se llenaba con comida normal, era algo más existencial, algo que me afectaba mas allá de lo exterior, algo que me abrumaba y me hacía sentir incompleto, algo que afectaba mi tranquilidad. No sabía cómo hacer para relajar mi angustia, no sabía cómo sentirme acerca de mi pensamiento; con un miedo inmenso a lo desconocido, con inquietud sobre qué será de mi vida en un futuro.
Me senté en la esquina de mi cama perdiendo mi mirada en el suelo, suelo que por alguna razón hacía que las olas descontroladas de mi corazón se relajaran. Regresando a la realidad me di cuenta de que el tiempo de nuevo me alcanzaba, ya eran las 6:15 a.m., tuve que bañarme, cambiarme y alistarme para ir de nuevo a mi día a día en esa monótona realidad de la cual no podía escapar, cual rata en jaula, cual prisionero me puse mi uniforme y me dirigía a mi propia condena a la que día a día pagaba en ese mágico lugar lleno de Casillas y puestos de poder.
7:00am entro como el hombre más deprimido a ese lugar lleno de rejas y reglas que controlan cómo debo ser, me dirijo con un paso apurado a mi pupitre para poder recostarme y que nadie vea mis ojos cansados de pensamientos, crisis y angustias. 8:10 a.m. empiezan las sonrisas y miradas de afecto llenas de cuchillas que cuando me de vuelta sentiré en mi espalda como esa carga que causa temor y escalofrió, ese sentimiento de pena y de peso en mi espalda, los abrazos con púas en el pecho, que cuando sueltas sientes que te desangras porque sabes que solo lo hacen por quedar bien y no porque sea un sentimiento real, la gente con sus celulares se pierde y se vuelve zombi de su pantalla, es la forma más fácil de perderse en este mundo, en esta realidad tan cruda y cruel que nos dieron nuestros padres al dejarnos nacer.
11am salgo a mi descanso y no sé qué hacer más que solo ser dirigido por el sistema que tiene la institución, me pongo a dar vueltas diariamente por los alrededores de lo que nos queda de colegio porque hasta límites tenemos para poder encerrarnos, como en un cubo de cuatro paredes, sin salida, sin luz, sin escape del sistema, 11:15 a.m. veo a lo único que le da un sentido a mi vivir por el instante de amor y cariño que alguien me proporciona, alguien que siento que es real y me hace salir de esa cárcel, alguien que me hace sonar despierto y acelera todo mi ser, me encuentro con mi novia, chica como pan al hambriento, como gota de agua en desierto, única y necesaria para sentir vida, hablamos del día y de cómo nos sentimos, fueron maravillosos esos 8 minutos que pudimos estar sin interrupciones pero a lo lejos se escuchó una voz de forma clara que decía “JÓVENES” volteamos y nos corrigieron un afecto por el otro que no se podía en mi hogar… en mi segundo hogar, un beso, beso que provoca problemas y disgustos ante los envidiosos.
11:45am de vuelta a mis cuatro paredes donde aprendemos cómo ser otro más de la sociedad, otro más de ese cubo de escritorio, otro caballo obediente que solo mira al frente con riendas en su cuello y vida. 1:00 p.m., faltan 15 para que salgamos a almorzar, veo a mis compañeros como animales golpeándose entre sí, como presidente prometiéndose y mintiendo frente a frente, viendo traiciones y miles de cosas que me hacen entender por qué el mundo está así, pero no juzgo porque al fin y al cabo “todos somos libres de elegir”, miro mis propios errores y tampoco es que tenga derecho de decir ni opinar, al final de todo la única que opina es la vida y la realidad.
1:45pm termino de almorzar y salgo a buscar a la “felicidad”, la encuentro, la beso y me llena de gozo y éxtasis de locura, me hace salir de mi tristeza y me hace reaccionar, como cachetada al hijo desobediente, como bolillo para el delincuente, se siente tan fuerte como una gota de lluvia en mi rostro que me alerta para refugiarme. 2:45 p.m. duro todo el descanso charlando y descansado de esa realidad que me invade pero que mi chica me arrebata y la hace maravilla. 2:47 p.m. me dirijo de afán para mi clase, para mi entrenamiento cual perro para aprender en como obedecer, en cómo recibir de la mano de la corrupción y no morderla ya que me “alimenta”.
3:00pm falta ya una hora para salir de nuevo a mi casa, se siente en aire el sudor, el afán y el descontrol en las voces para poder pasar un par de horas en hobbies o trabajos de esclavismo fuera de la cárcel, se presencia la ansiedad en sus miradas y en las actitudes de su afán por salir y revolcarse en su cama de miseria y pereza por vivir.
4:00pm todos se levantan, se alistan, se nota el cansancio en el andar de los presos, cual cadenas suenan los pasos por las escaleras y los pasillos dirigiéndose a la reja que nos retiene para abrirse por segunda vez para dejarnos ir. 4:10 p.m. me despido de los conocidos, agacho mi cabeza y no me hago sentir por la mirada de los que intentan arrebatar lo que no les pertenece, sin embargo, entre más rápido camino más rápido veo que alguien me sigue, intento despistarlo por los callejones y cruces que hay entre las casas, siento cómo mi corazón se acelera, cómo mi sudor cae por mi frente, se siente el temblor en mis manos y el miedo por perder la vida de la cual sentía aborrecimiento, empiezo a valorarla y darme cuenta de todo lo que conlleva no “vivir”.
Paso a paso siento cómo se me van las fuerzas para correr, se esfuma mi voz y no soy capaz de pedir ayuda, solo sigo intentado que no me descubra el peligro.
4:30 p.m. Siento paz, relajando poco a poco mis sentidos, se refresca mi mente y mi cuerpo, sigo caminando para mi casa, me pongo mis audífonos y se siente como flotar en el océano buceando con tiburones, pero la música suaviza todo ese miedo y lo vuelve un viaje a través de ovejas disfrazadas de lobos y lobos disfrazados de ovejas, un simple paseo por el recorrido de la muerte. 4:50 p.m. llego a mi hogar después de todas esas emociones y solo quiero descansar y dejar de pensar en que mañana tendré que repetir todo ese mismo tramo de monotonía carcelaria llena de peligros, miedos y angustias.
5:50 p.m. lleno mi estómago y me dedico a complacer los placeres y gustos que me pide mi humanidad, hasta que me doy cuenta que en eso se me fue todo el tiempo. 8:00pm me arrepiento de no haber cambiado mi manera de vivir y de pensar, dejar la muerte en mi vida y cambiar la manera en que empecé a ver la vida, la manera en que empecé a existir, porque vivir así no era más que solo gastar oxígeno.
10:00 p.m. me alisto para dormir y “descansar” porque ni para eso podía estar tranquila mi mente porque me atormentaba con existencialismo y filosofía sobre mi origen y significado de todo esto a lo que le llamamos “vivir”.
12:00 p.m. y siento como se adhieren mis ojos entre sí, como me pesan los parpados y no me queda de otra que dormir y aguantar otro día más a la monotonía que me absorbe y que me es tan difícil salir con esa sociedad tan doblegada al sistema que nos domina.
REFLEJOS
Xavi Veloza 11B
Un amanecer hermoso en el corazón de una bulliciosa ciudad, en medio de una situación complicada se vive en un barrio lleno de peligro, en medio del concreto y el ajetreo de la vida urbana, ¿De cuál peligro? De la gente. Simplemente así de peligroso, existe un rincón que se yergue como un oasis de revoloteo y matanza pura, más rincones hermosos como tranquilidad y belleza natural.
Al conocer mi querido barrio te sorprenderá el contraste con el resto de la ciudad, tanta es elevada la presión para poder irse a trabajar. El aire es más limpio y fresco cuando no hay gente llena de huecos en el pecho, llena de árboles altos y exuberantes que ocultan la sombra de aquel maleante esperando para cazar.
Aquí conviven personas de diferentes orígenes y nacionalidades, creando una comunidad diversa y vibrante, por un lado, conocer a las lacras y por otro a los carroñeros, en una esquina pillas a los tombos y por la otra los políticos, todo tipo de clases sociales, se puede disfrutar de una amplia gama de sabores en los restaurantes locales. La solidaridad y el respeto mutuo son valores fundamentales que unen a los habitantes de varias localidades, algunos hablan con navajas y otros con cuchillos, no es el barrio más divino, pero se vive de lo más fino. Los parques y espacios verdes son el alma en cada esquina, encontrarás un parque comunitario donde las familias se reúnen para estar juntas, pero el clima es tan extravagante que va a llover para dejarte llevar de la angustia. Hay parques donde los niños pueden correr y jugar si es que no los secuestran. Toda nuestra comunidad se ha esforzado por mantener estos espacios limpios y seguros, al menos no todos porque hay uno que otro vagabundo, los espacios más limpios se vuelven los más mohosos, aunque hay que recordar que la mierda de perro no está de adorno. El arte es algo muy bello que, si habita mucho por aquí, las calles están decoradas con murales vibrantes de personas extravagantes que cuentan historias de la comunidad como las frases que tiran a los presidentes de que son unos ladrones, algo que ya es normal. Aquí en esta comunidad celebramos la diversidad, aunque se siga viendo el racismo y a todos les dé igual. Los artistas locales tienen un papel importante en la vida de barrio, pintar murales contando la verdad y huir de la policía para que no los puedan atrapar.
En mi barrio se puede notar que es evidente cómo en todas partes los residentes participan activamente en proyectos de reciclaje, aunque esto solo es puro visaje. Conservación de agua y reforestación, aunque el agua huela a caño y a cada rato la montaña se esté quemando por la minería. Además, no hay que olvidar lo acomodado que está el transporte público que comparte una movilidad sostenible, aunque en un momento te des cuenta que ni tu billetera ni celular ya es visible.
Igual es hermoso mi barrio, es un rincón especial en medio de la vorágine urbana, un lugar donde la naturaleza y la comunidad florecen juntas en perfecta armonía, aunque siempre se trata de tratos, hacer cambios, tu vida por el aparato, la naturaleza cada vez más visible cuando alguno se muera por el humo que crea el valle, personas en armonía gritando su libertad, mientras que los de verde se visten de blindaje y te hacen echarte para atrás. Este barrio es un ejemplo de como es posible crear un entorno urbano que respete y valore la vida, demostrando que vale más la plata que la comida; el tiempo es quien fomenta la diversidad, mientras que las noticias comentan solo pura criminalidad.
En mi barrio la vida es un entorno de renacer donde en la calle te formas y los delincuentes te ven crecer, formándote como uno más, hay que aprender a cómo cubrirse en estas zonas y defenderse también, somos tan ciegos que no vemos la belleza que nos rodea, somos callados por ser los barrios más bajos por unas sabandijas.